El artista de hoy conversa con el ángel del tercer reino.
En el primero habló con los símbolos y los dioses.
Su logos fue religioso, su locura mística.
El destino su temor.
En el segundo cambiaba opiniones con la razón y el espíritu,
su logos fue filosófico, su locura romántica.
La ansiedad su perdición.
El moderno artista busca y construye
un logos conectado, su locura es virtualidad.
El éxito su enemigo.
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