CÍNICA INFECCIÓN
La pandemia mataba a los poetas.
¡Qué descanso! pensaban los políticos
la nueva realidad es solo nuestra.
¡Qué alegría! decía el pueblo llano
oír solo las voces de los cómicos.
Apiñados los vates en su Olimpo
se reían, bebían y cantaban:
Políticos y cómicos ¡Qué cínicos!
Sin poetas-profetas este mundo
queda en las manos de un rey virtual
campeón de la cínica infección.