ELEGÍA A UN HÉROE VENCIDO.
Juegas a trapecista sin seguridad
navegando a vela un mar en guerra.
Despiertas a la mañana del placer
ignorando haber caído en fieras garras.
Ríes en el bar desayunando
y desprecias el silencio de las envidias.
Escuchas el hilo musical
alejado de las emisoras y sus cánticos.
Re-descubres nuevos horizontes,
sin parar, sin parar, sin parar...
para qué otra cosa necesitas,
la vida, la vida, la vida...
para arriesgarla en el amor,
sin red, sin red, sin red...
Con afán de redimirte redoblando esfuerzos.
Mientras, se tronchan los ángeles
al ver tus diabluras desde su cómoda red.
Entre todas las razones pesimistas,
en medio de los tormentosos sentimientos,
sujeto a hercúleas emociones
y con las adicciones al acecho,
los tuyos, son tu salvación.
Tabla única a la que poder asirte.
Con afán de redimirte redoblando esfuerzos.
Te preguntas,¿Dónde está tu grupo?
Ni los ángeles de la red lo saben,
o al menos no responden.
No preguntes la razón,
ni quieras descubrir el motivo,
no hay mayor atracción que el puro vacío.
El tráfico es su resultado.
Confundirlo con adicción era tu error habitual.
Ahora ya lo sabes, es la nada absoluta lo que atrae.
Su consecuencia es la locura.
–Disfruta el presente intensamente,
te dicen los gurús del momento,
sin embargo prefieres escribir poemas
para adaptarte al tiempo infeliz.
Con afán de redimirte redoblando esfuerzos
desde que sabes que los ángeles
obtienen energéticos beneficios
del tráfico heroico por su red,
pues tu sino, es ser su alimento.