Me engaño. Me digo que estoy solo. Pero solo de absoluta soledad. Encerrado en negra carbonera. En la oscuridad con los sentidos suspendidos. Allí asumo mi amable locura, la que jamás hace daño a nadie, porque allí no hay nadie y soy libre de pensar lo que sea. Y oigo las voces de los ángeles (fuera hay tráfico y no se oyen) cantando bellezas infantiles o gritando negras bromas. Estoy en mi útero personal. Y el espectáculo es divino.
del
engaño
que yo disfruto
y de suaves locuras
nacen mis grandes entusiasmos
con su gran libertad que no defrauda
por los siglos de los siglos los ángeles
me inspiran con sus versos blancos
pues con sus cantos negros
de los demonios
se burla
dios
No es locura, es estar con uno mismo, que no es nunca mala compañía :-). En una carbonera igual es más duro, eso sí.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Cómo nos parece normal decir "estar con uno mismo"? Siempre lo estamos.
EliminarUn abrazo.