Deja que ella te habite, todos los días.
Permite a la belleza espiritual
aparecer cuando te alimentas,
en el sexo y en la plegaria.
Haz del instante verbo
y que el verbo se haga carne literaria.
La poesía para el iluminado,
no tiene un día, es el cielo íntimo,
la duración del tiempo sin edad.
Por ello es eterna mientras haya vida.
El primer y último verso hacen redondo tu poema.
ResponderEliminarGracias.
EliminarÁnimo que ya llegará el buen tiempo.
Que la vida nos deje disfrutar de muchos más poemas...
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