sábado, 28 de abril de 2018

ADAGIO DEL NACIMIENTO




El mundo suena a calma
Olvida las cínicas palabras
Callan los truenos rabiosos
Se despejan las nubes carcelarias

Mis lágrimas felices
gotean cristalinas y puras 
Isla de paz en el mar tenso
(el sueño del recién nacido)

Susurra la vida su magia
El amor paternal triunfa
más potente que la ira diaria
Dar a luz dar a milagro
Nacer al ritmo armonizado
plegaria de tempo mágico

Adagio de deseo y miedo
Fe en un Dios bondadoso
Oración apenas pronunciada
repetida y temblorosa

Mi corazón se para a saltos
Algo interno sabe de sobra
con intuición de profeta
que el rayo se acerca al árbol

jueves, 26 de abril de 2018

AMAR AL DESDOBLADO



Comprendo que pueda ser un poco liado. Difícil de metérselo en la mollera. Un agobio de situación. Mi antigua novia amaba locamente en mi lo que mi interior se asemejaba al de su hermano. Haber vivido en su chunga familia la infancia juntos, les había unido tanto que en el fondo se amaban. Pero como no lo aceptaban, iban por ahí a la caza de víctimas amorosas que presentaran semejanzas.  Algo así me contó la tía cuando se puso a interpretar el poema de Paul Celan

EL PRADO DE TUS OJOS 

El prado de tus ojos, hierba amarga
que ondea al viento, párpado cerúleo.

El mar de tus ojos, agua perdonada.

Y luego me dijo que así podía entender mejor las razones por las que me dejó. Joder, yo no entiendo nada. Quizás esté colado por ella. Por eso he escrito este poema

EL TRÍO

Yo era yo y el otro que fingía 
Ella era ella atrapada sin saberlo
en un trío de dos personas
y tres personalidades

El otro que fingía luchaba
Yo intuía mientras al monstruo
Ella no entendía solo vivía
el necesario desbarajuste

El otro manejaba recursos
el otro conquistaba y atraía
el otro era un egoísta Narciso
en busca de su espejo

Yo deseaba ser normal y pensaba
en lo cotidiano y convencional 
como la cura segura de cualquier
malformación del alma

Ella encarnó el gran error
vestida de nuestra madre loba
que yo y el otro deseábamos
como Rómulo y Remo 

Las fuerzas vinieron del miedo
de los sueños soñados e inventados
donde los colores eran vivos
fuegos artificiales

Un pasado unívoco y terrible
un futuro desde el que escribo
para tratar de silenciar al trío

martes, 24 de abril de 2018

EL PRADO DE TUS OJOS (Perversión del original rumano)

El prado de tus ojos, hierba amarga
que ondea al viento, párpado cerúleo.

El mar de tus ojos, agua perdonada.

IARBA OCHILOR TĂI

Iarba ochilor tăi, iarbă amară.
Flutură vînt peste ea, pleoapă de ceară.

Apa ochilor tăi, apă iertată.
PAUL CELAN

sábado, 21 de abril de 2018

EL TRÍO



Yo era yo y el otro que fingía 
Ella era ella atrapada sin saberlo
en un trío de dos personas
y tres personalidades

El otro que fingía luchaba
Yo intuía mientras al monstruo
Ella no entendía solo vivía
el necesario desbarajuste

El otro manejaba recursos
el otro conquistaba y atraía
el otro era un egoísta narciso
en busca de su espejo

Yo deseaba ser normal y pensaba
en lo cotidiano y convencional 
como la cura segura de cualquier
malformación del alma

Ella encarnó el gran error
vestida de nuestra madre loba
que yo y el otro deseábamos
como Rómulo y Remo 

Las fuerzas vinieron del miedo
de los sueños soñados e inventados
donde los colores eran vivos
fuegos artificiales

Un pasado unívoco y terrible
un futuro desde el que escribo
para tratar de silenciar al trío

miércoles, 18 de abril de 2018

EL ARTE DEL DIFUMINO



Anoche cenamos juntos mi antigua novia y yo. Es la hermana de mi amigo y está casi tan pirada como él. A los postres me ha hablado de avestruces. Parece que está de moda eso de esconderse tras algo virtual para no afrontar la mierda de vida que llevamos. Este dormir basura, currar basura, comer basuras etc. Me ha dejado leer en su móvil un poema del blog "El cohete volador" de Lluïsa Lladó

AVESTRUZ

La niebla ha engullido a la noche
recreando una estampa londinense
que atraviesa mi cuerpo, mi rotura de cansancios, mi silencio bípedo, la envoltura
de un abrigo que esconde un bulto
de dolores innecesarios.

La lejanía opaca de las calles
y los peones de la nocturnidad
haciendo un paisaje incierto.

Parece que las nubes decidieron
esbozar y almohadillar mi pena.
De bolsillos con pañuelos de papel.
De maquillaje desorbitado.
De futuro relleno de espuma.

Tengo una fatiga extrema.
Sobre pico. Cabeza. Astilla.
Rebaño de asistir a la imposibilidad
de cuidar y parecer que sobras.
Es tal vez una triquiñuela
por sandeces que fluctúan en su barriga-seso.

Cómo añoro el contacto físico.
Cuánto daño enquista esta pose indiferente.
Dónde descanso estás dando cobijo y espera.

La niebla. La niebla me dice ven.
Y yo voy a caer en cualquier momento
sin red.
El desplome del agotamiento.
Y ser de nada.

Eso de intentar ser de nada claro que les cuadra a muchos con los que me tomo birras en los bares las noches de recital. Y es que los poemas son mi mejor amigo. 


MI MEJOR AMIGO

Haces bien en desconfiar hermano
Hay un árbol que sufre es cierto
también un lobo inteligente
incluso un perro que corretea
Existe un mejor amigo
soporte que soporta y ríe
y todos son la misma persona
esta que escribe los poemas

Un lírico devenido en místico
muy loco y algo mesiánico

Quiere proyectar su basura
en árboles y animales
despistar con distracciones
pero no hay manera de ocultarse
no hay máscara que lo niegue
no hay techo que lo cubra
El acto ocurrió y las consecuencias
reaparecen sobre el escritorio
Es cierto que hay primaveras
Las cosas mejoran milagrosas
Los efectos destructivos del amor
de los poemas y las músicas
sobre una inteligencia astuta
dan calidez al congelador interno
El frío zombi sale de la morgue
y disfruta de un calor dulce y suave

Un poeta que escribe sus versos
en la luna de un espejo de feria

El absurdo entusiasmo del amor
y encontrarse con mil motivos
para sonreír viviendo alegre
Distracciones que no engañan
al furioso toro en medio
de un prado verde solo en apariencia
bajo el que se ocultan
los restos de un poético homicidio

sábado, 14 de abril de 2018

MI MEJOR AMIGO




Haces bien en desconfiar hermano
Hay un árbol que sufre es cierto
también un lobo inteligente
incluso un perro que corretea
Existe un mejor amigo
soporte que soporta y ríe
y todos son la misma persona
esta que escribe los poemas

Un lírico devenido en místico
muy loco y algo mesiánico

Quiere proyectar su basura
en árboles y animales
despistar con distracciones
pero no hay manera de ocultarse
no hay máscara que lo niegue
no hay techo que lo cubra
El acto ocurrió y las consecuencias
reaparecen sobre el escritorio
Es cierto que hay primaveras
Las cosas mejoran milagrosas
Los efectos destructivos del amor
de los poemas y las músicas
sobre una inteligencia astuta
dan calidez al congelador interno
El frío zombi sale de la morgue
y disfruta de un calor dulce y suave

Un poeta que escribe sus versos
en la luna de un espejo de feria

El absurdo entusiasmo del amor
y encontrarse con mil motivos
para sonreír viviendo alegre
Distracciones que no engañan
al furioso toro en medio
de un prado verde solo en apariencia
bajo el que se ocultan
los restos de un poético homicidio

jueves, 12 de abril de 2018

ACANTILADO CON PINO SUELTO



En unas semanas desde que mi amigo el loco y su hermana, que fue mi novia por un tiempo, empezaron a hablarme de su infancia, mi forma de entender la vida y de leer poesía ha cambiado como cambia de móvil mi actual pareja. A mejor, claro. Ahora cuando leo cosas como las de Joan Vinyoli, aquí bajo un pino suelto al borde del acantilado, veo que no soy un tipo raro por oír voces que me llaman a lo extraño y misterioso. Que les pasa a muchos, joder.

DESCONOZCO QUIÉN ME LLAMA

Ya no soy más que un árbol que se fue del bosque,
buscando la llamada de la profunda voz de la mar.
Solo, junto a Ella, dediqué mis hojas al viento
que llega de lo lejano a la playa.
Mis raíces ya no saben penetrar la tierra y sostenerme,
y por mi follaje bebo soledad.
Por ello deambulo siempre
bajo el silencio de las estrellas
en las serenas noches de riqueza fabulosa.
En un instante relucen en el firmamento
palabras que son llamaradas,
pronunciadas por la voz nocturna de siempre, la del mar,
que solo llama, me llama.

Yo que tuve los campos y el fuego de la tarde,
no soy ya sino escucha y andar de fantasma.

Coincido con Vinyoli en las adicciones. No es que tengamos las mismas, a mi ya no me va el alcohol, pero sí que las locuras adictivas nos arrastran con igual fuerza. Todo es una continua guerra interior sin saber muy bien el origen ni el desenlace. Así lo interpreto en este poema:

LA GUERRA INTERIOR

Dentro del árbol
reina siempre la batalla
bajo una espesa niebla
de culpa por el incendio
absurda creencia arraigada

Se siente cobarde
para expresar su cobardía
Retraído sobre ese secreto
que no expone en frutos
ni en aromas de sus flores

Desea morir en esa guerra interior

Los compañeros del bosque
se desprenden de semillas
y procrean sin mayor importancia
Él retuerce su tronco
en muestra de físico dolor
por el deseo constante
de sobrevivir en tierra yerma

Desea sobrevivir contra el tiempo

Puede parecer que no está maldito
con su frondosa copa
fresca sombra veraniega
cerrado paraguas en otoño
y refugio contra heladas
Mil identidades mil farsas
Su verdadera esencia baila sola 
la música interior del miedo

martes, 10 de abril de 2018

DESCONOZCO QUIÉN ME LLAMA (per-versión)

Ya no soy más que un árbol que se fue del bosque,
buscando la llamada de la profunda voz de la mar.
Solo, junto a Ella, dediqué mis hojas al viento
que llega de lo lejano a la playa.
Mis raíces ya no saben penetrar la tierra y sostenerme,
y por mi follaje bebo soledad.
Por ello deambulo siempre
bajo el silencio de las estrellas
en las serenas noches de riqueza fabulosa.
En un instante relucen en el firmamento
palabras que son llamaradas,
pronunciadas por la voz nocturna de siempre, la del mar,
que solo llama, me llama.

Yo que tuve los campos y el fuego de la tarde,
no soy ya sino escucha y andar de fantasma.

ALGÚ M'HA CRIDAT

Jo no sóc més que un arbre que s'allunyà del bosc,
cridat per una veu de mar fonda.
Sol, prop la mar, he consagrat les meves fulles als vents
de més enllà de la riba.
Ja les meves arrels no saben enfondir en la terra i servar-me,
i per fullatge bec solitud.
És per això que vago sempre
sota el silenci de les  constel·lacions
d'aquestes altes nits de fabulosa riquesa.
Però de cop s'il·luminen les nits
amb paraules com flames,
torna la veu, nocturna sempre, del mar,
cridant-me sols, cridant-me.

He posseït els campas, la brasa de la tarda,
mes ara sóc orella i pas insomnes.
JOAN VINYOLI

sábado, 7 de abril de 2018

LA GUERRA INTERIOR




Dentro del árbol
reina siempre la batalla
Bajo una espesa niebla
la culpa por el incendio es
absurda creencia arraigada

Se siente cobarde
para expresar su cobardía
Retraído sobre ese secreto
que no expone en frutos
ni en aromas de sus flores

Desea morir en esa guerra interior

Los compañeros del bosque
se desprenden de semillas
y procrean sin mayor importancia
Él retuerce su tronco
en muestra de físico dolor
por el deseo constante
de sobrevivir en tierra yerma

Desea sobrevivir contra el tiempo

Puede parecer que no está maldito
con su frondosa copa
fresca sombra veraniega
cerrado paraguas en otoño
y refugio contra heladas
Mil identidades mil farsas
Su verdadera esencia baila sola 
la música interior del miedo

miércoles, 4 de abril de 2018

NO HAY TALISMÁN QUE NO ACABE EN BROMA




No sirven de nada los amuletos. Y además las cosas que con tanto interés hemos ido coleccionando y de las que nos resulta hasta doloroso desprendernos, a la larga no son sino basura contaminante.
Lo leí de forma clara en el poema de Carlos Marzal

LOS RESTOS DE UN NAUFRAGIO

Unos cientos de libros, una casa en la playa,
muebles que el corazón fue envejeciendo
y que hicieron el mundo hospitalario,
fetiches de algún viaje, talismanes
que no pudieron nada contra el mundo,
un puñado de cartas de unos cuantos amigos,
alguna carta oculta, inconfesable,
papeles ordenados, papeles sin sentido,
medicamentos, cuadros, ropa usada
y ropa por usar, varias cuentas bancarias,
una viuda aturdida, un automóvil,
una amante aturdida, un peine con cabellos,
una caligrafía que ha perdido el pulso de su mano,
un olor familiar camino de la nada.

Este es el inventario de los bienes de un muerto,
y como todo censo y toda lista
supone un ejercicio de modestia.
Nuestras cosas que a veces parecían preservarnos,
habitarnos el mundo que habitábamos,
en un golpe de vista se convierten
en un prolijo catálogo de absurdos,
rutas desdibujadas de un mapa inexistente,
pájaros disecados cuyos ojos
no saben recordar un cielo que ya ha ardido.

No, no me he muerto aún, pero como si lo estuviera. No me quiere nadie. Ni mi última novia, ni mi amigo el loco ni nada. Estoy más solo que un difunto y escribo poemas del tipo 

AL AMOR PERDIDO

Solo unas pocas gotas
distantes entre ellas
mientras el último rayo 
de un sol invernal
se debilita sin resistencia

Llega la noche al árbol
Sin luna y nublado
El tiempo ideal
para quien ama la soledad

Como este árbol envejecido
al que el diario contacto 
con el agresivo mundo
crea múltiples arrugas
en su geográfica corteza

Una vez asegurado 
de la nula presencia animal
el árbol canta y baila
Las dos cosas que le salvan
y permiten que siga creciendo

–Ya sé que no me crees hermano
Desconoces que soy el lobo 
afín al viento suave del ocaso
Poseedor de la sabiduría
que habita la madera terrestre 
y lo veo todo sin ser visto–

Canta a un amor perdido
bailando con pasos microscópicos
la melodía del humo de huesos
Y mientras suena no florece
y mientras canta no sufre

Porque el pobre árbol
padece la enfermedad del abandono
que solo cura la buena música
o al menos si no cura suaviza

Llega la aurora al árbol
sin nubes ni viento
El tiempo ideal 
para madurar el fruto

Solo unas pocas notas
distantes entre ellas
mientras el último acorde
en un ambiguo sol menor
se debilita entre graznidos