viernes, 6 de marzo de 2020

Beethoven - Piano Concerto No 4 in G major, Op 58



Desde el lujoso y confortable salón las estaciones se suceden inocuas. Sabemos que es invierno porque nieva, las hojas caídas indican el otoño, la muchachas van con sombrilla en verano y las plantas reverdecen en primavera.

Todos mis dolores son del alma.
Los combato con analgésicos culturales.
Nada cura tanto como mirar un cuadro
leer un poema o escuchar un piano,
si hablan justo de mis deseos y frustraciones.

No hay perdón ni solución,
las cosas cuando se tuercen son así,
que cada palo aguante su vela,
al que le toca, le toca.
¿Cómo podría yo borrar
el tremendo vacío de mis pérdidas?

El tiempo pasa haciéndome bailar
al son de la música del cambio
y yo puedo ser feliz si no me resisto
y comprendo la esencia del mundo,
somos tan solo una vibración rítmica.
Hazla resonar, mi hermano. 

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