Te amé y con mi amor te construí,
te di cuerpo de madre y mente de ángel,
esculpí tus hombros en bronce
e inventé la leyenda de tu nacimiento
creando una estrella con tu nombre.
Incapaz de amar algo distinto de a mí
me odié por mentir fantaseando.
Tu cuerpo cambiante y ya estéril,
la mente con lo resabios del demonio,
la desfallecida carne anunciando mortajas
y el espejo como aurora de vejez
trajeron la sequía al río de mi fantasía
y dejé de cultivar el jardín del amor.
Hoy el presente es nostalgia de locuras
y me odio por escribir mi verdad.
La fantasía puede formar parte de la realidad, puede expresar sentimientos.
ResponderEliminarNo te odies.
Besos.
Vale.
EliminarEn todo tiempo podemos encontrar algo que merezca la pena y nos haga feliz. Solo tenemos que mirar bien y queriendo ver.
ResponderEliminarUn beso.
A veces no se quiere ver, es cierto.
EliminarEs q eso nos pasa a todas. Y a todos. A vosotros tambien.
ResponderEliminar¿Lo de odiarse?
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