Persistente niebla de enero
cae sobre la ciudad de la codicia.
Yo, paseo por sus calles
esquivando enemistad en cuerpos y miradas.
Sin pausa, un poema
vuelve a mi memoria cargada de luto.
Yo, descifro sus enigmas
paladeando seducción en las imágenes.
El sol levanta la niebla
en la esquina de la calle Mayor
y las fachadas renacen impolutas.
Las personas desarmadas de odio
parece que fueran a abrazarse.
La poesía crea un mundo en mí
por efecto del poema descifrado
y la magia se apodera del discurso.
Mi consciencia deja de ser racional
como si un ángel la habitara.
El Ángelus en las campanas
la charla divertida en las terrazas
se muestran alegres las dependientas
¿Es falsa su complicidad?
La conmoción está en mi pecho
espacio donde la felicidad es posible.
Anoto sustantivos en mi libreta
¿Pasarán de torpe nota a poema?
Los poetas váis haciendo poemas desde que os levantáis hasta que os acostáis, sin necesidad de coger el lápiz.
ResponderEliminarYo creo que todos lo hacemos. Los poetas queremos además transmitirlos.
EliminarUn abrazo.
Pasó a poema...
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