Cómo voy A la sombra del árbol sin hojas al fresco de la sala de máquinas al mando de la moto desguazada al pairo de la marea del deseo Les voy riendo con ironías ácidas A la violencia del poder sin alma a la pobreza del emigrante forzoso al cuadro que solo muestra huesos al socaire de los besos desdentados Les voy odiando con sangres secas
Todos estamos un poco locos, la locura no es patrimonio exclusivo de los poetas.
ResponderEliminarbesos
Cierto, pero el poeta de verdad QUIERE estarlo. Él es el patrimonio de esa locura amable que es la poesía.
EliminarUn final ácido y gore.
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