sábado, 21 de octubre de 2017
Divino sueño
Dios soñaba un futuro bello y hermoso,
y lo hizo público.
Luego algo le despistó para perderlo (al futuro)
en un día de general evasión de los sacrificios teatrales.
Y la pasión de los actores quedó presa
del frío de la tecnología.
Muerto Dios, ya no sueña,
sin embargo desea recuperar aquel futuro soñado.
Inventa trucos mágicos (ahora inservibles)
y comprende como su capacidad de creación
falleció en tierra extraña.
El lamento divino retumba en la distancia enorme
que le separa del presente tipo de vida,
donde todo se pudre y los milagros
–de puro cotidianos y tecnológicos,–
ya no asombran en este lugar
de la adicción a las ideas preconcebidas
que hace hablar a los miserables
en clave de mercaderes.
Así reza Dios entonces.
¡Te encontraré, futuro bello,
en las profundidades del amor!
Será cuando el líder presente
la imagen de la fraternidad
y espante las farsas ridículas
de la demagogia y el populismo.
Dios dice que tenía un futuro soñado
y los abducidos por el confort lo devoraron.
Dios sabe que su nuevo futuro
ha de ser inviolable e indestructible.
Símbolo de la humanidad
reconciliado con la Naturaleza.
No, no se va a dejar distraer de nuevo.
Romperá el sacrificio teatral viniente
y hará que con él escándalo de la vida,
despertará a los que cómodamente sueñen
y estos cantarán:
Él tenía un futuro, un futuro. Un futuro.
Era su sueño y ahora es nuestro.
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Un precioso poema, pero ese sueño divino se volvió pesadilla, esperemos despertarnos pronto.
ResponderEliminarComo quiera que la vida es sueño, aunque a menudo pesadilla, despertar no es cosa buena.
EliminarLa zona de comfort esconde tantas trampas...
ResponderEliminarBuen día!
Buen día tengáis, señora hada colorá...
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