Viaje por montañas que el viento acaricia.
Descubre el heroísmo de los artistas.
Humildes y sacrificados luchadores,
desafiantes del poder social
y convencidos de su misión:
dejar al aire las heridas del espíritu
en sus propias obras, arriesgándose
a su destrucción como individuos.
«En el ser humano hay un ángel bueno»
dicen, y no les engaña el demonio social.
No crean obras para agradar y desean:
Unidad con la obra, amor a su espíritu
y cultivarlo en vida, aunque sufran
para matar la necesidad de "figurar"
y ser honestos con su creado artificio.
El viento susurra a la montaña secretos del ser humano.
ResponderEliminarSiempre me gustó escuchar el susurro del viento....sabe mucho y solo pocos saben apreciarlo.
ResponderEliminarUn beso, Julio.
Estamos de acuerdo.
EliminarUn beso, Carmela.
El viento y la montaña tan unidos.
ResponderEliminarBonita amistad.
Bs.