No creo en las razas ni en las patrias
me indigna que el toro se ría del oso
que a su vez desplumó un gallo etc.
No acepto fronteras ni pasaportes
me revienta que el blanco se burle
o que el rojo se crea hoy superior.
No entiendo la pasión del balompié
me desquicia que luchen naciones
y que del resultado dependa la felicidad.
No deberíamos tener el aliento en vilo
por cuarenta y cuatro pies y un balón,
sino por unas cabezas y su buen corazón.
Pero es inevitable, el fútbol, y esa pasión une muchos corazones.
ResponderEliminarBesos.
La trampa es confundir un equipo de fútbol con una nación. Y decir España eliminada, cuando la verdad es que la selección de fútbol de la Federación española es la que ha sido eliminada. Esa confusa mezcla de nacionalismo y deporte es lo que me disgusta.
EliminarBesos.