No se ahogó ningún nadador patrio
ni un corredor se equivocó de sentido,
no conseguimos ningún gol fantasma
ni un levantador se asfixió aplastado.
Toda la nación está orgullosa
los héroes locales vuelven enteros
nos robaron la atención por unos días
y el oro de los anunciantes copa el medallero.
Tras los juegos, vacaciones
y luego a sudar las camisetas
como proletarios digitales que somos.
Una manera que merece la pena de llamar nuestra atención y olvidarnos por momentos de otras cosas.
ResponderEliminarUn beso, Julio.
Opino justo lo contrario. Esa evasión que nos proponen es deleznable, ruin e interesada. Pero respeto que os parezca que merece la pena a muchos.
EliminarUn beso.
Bueno, Julio, a mí me encanta el deporte, sobretodo el atletismo y los juegos siempre me han gustado mucho. Creo que disfrutarlos no va de la mano de ninguna imposición, al menos para mí, y cuando puedo verlos (horarios incluidos) lo hago y lo disfruto. Y lo hago sin entrar en quien quiere que los vea o por qué quiere que los vea. Me gusta y lo hago. Y la vida sigue exactamente igual que estaba y no la cambian los juegos. Pero entiendo que opines distinto y lo respeto.
EliminarUn beso grande.