Desde la perspectiva del viento,
la vida mortal y sus formas:
Accidente necesario, estéril
engaño de supervivencia,
y fe en un jardín tras el muro fatal.
El viaje futuro a ese lugar,
imposible de divisar mientras vivos,
justifica nuestros actos
y hace al propio ángel reflejarse
en espejos deformantes, pero
la verja es evidente para el olvidadizo;
que jamás mata al niño, y vive
largos años en la belleza del juego.
«Con cuanta atención, debí escuchar
a los sabios amantes del viento
e ignorar las voces influyentes».
Cual ángel, ya habitaba el paraíso
y cómo me educaron en el olvido
de esa porción de mi ser cuando niño.
Allí, en mi cielo particular,
las potencias se saciaban de belleza y amor,
algunos poetas me lo relataban en sus textos
en la juventud, pero la sociedad hizo
sus versos incomprensibles.
Un viaje para redescubrir poemas
y completarlos en la memoria.
Desde la perspectiva del viento, un ángel
ya no ha de mirar la vida como un exilio
y puede dejar volar la imaginación.
Sigues con tus bonitas alas.
ResponderEliminar:)
Besos.
Sí. Ocho pares de alas, las del cielo, la montaña, el trueno, el viento, el fuego, la tierra, el lago y el agua.
EliminarBesos.