El perro al que se asomó Rilke, ansioso ante la llegada de su amo, es poeta que olfatea el poema. Sufre el miedo a quedar incompleto sin la visita de la poesía, pero feliz atisba el momento cumbre del encuentro entre poema y vida.
El deseo lujurioso (claro) pecado es de crear nuevas visiones de lo existente. Pobre poeta, dando saltos por las copas de un bosque de originalidades creativas a la vez que crea enigmas cuya resolución ayude a componer un saber común y fresco.
La apariencia de verdad, mentira en verso. Poema muerto. Renovada capacidad de nombrar de los poetas escapistas, que compran en la sección de palabras frescas. Cocina de versos con novedosa presencia.
Hablan y piensan, los poetas, de forma convencional, pero no en el verso que el poema es el acontecimiento en sí. Hallan los poetas formas de usar las vibraciones profundas del alma, usando esa música con ritmo de emociones.
La música, equilibrio en movimiento de esos ritmos marcados en la memoria, organiza y jerarquiza sonidos. Al hacer lo mismo en el poema con las ideas y con los símbolos, el poeta huyendo de sentimentalismos, muta el lenguaje en poema, diciendo desde aquí algo del enigma que intuimos allí, algo de nuestros referentes.
Trasciende la ola su significado y crea sensación de beso en el paseante. También el sol y la luna traen al viajante memorias de vida y muerte. Más allá de lo textual, leen los soñadores ojos las imágenes poéticas y se nutren de memoria y belleza. Dicen dale prosa a la razón y a la heroica habla, dale poemas.
El poeta lleva en su interior una serie de preguntas a las que responde con sinceridad. Pero se olvida, por miedo o timidez, de exponer las interrogantes y obliga al lector a imaginarlos usando su brújula particular.
Nada entendemos y todo nos es transmitido en esa aventura de transformismo desde el reino de las mercancías. Nos sentimos atraídos por los viejos trastos poéticos, sin razón aparente, ya en estado de olvido de las formas de jugar.
Si no he leído mal, aquí vienes a corroborar lo que te acabo de poner en mi comentario anterior ¿me equivoco?
ResponderEliminarPoco, te equivocas, poco.
EliminarSí,a mí me atraen los trastos poéticos.Mucho.
ResponderEliminar