ÉPICA MODERNA

 

EL HÉROE-POETA

Enseña con el ejemplo sus Utopías a la tribu, mostrando lo eterno y tapando lo mortal. Posee la rosa por causa de mil silencios, y como la verdad y la belleza habitan los límites, busca sus tesoros mágicos bajo la superficie, aunque jamás en sangrantes batallas. 

Mira para que otros vean sus visiones, pues cuesta mucho saber qué se debe desaprender. Trae versos misericordiosos para dueños de Nada, e imita el vivir sintiendo una feliz libertad. 

Ama el arte y desea, pero no ama lo deseado, porque ve las cosas despojadas de apariencia habitando en el puro mundo espiritual, imposible para apresados por la idea del pecado, domesticada su pasión por el sinsentido de la vida y que sucumben al viento del engaño. 

Busca el misterio y rechaza fugaces compañías. Medita en paz y se desata para llegar a ser espíritu lleno de ávidos huecos que rellenar. Todo por amor al misterioso y eterno Ser. No vive la niñez sino la vida en libertad, y dignifica lo heroico si da la vida por el misterio, y si mira hacia su interior con humildad, pues resonar con el verdadero Ser es de Titanes. Como lo es callar las aparentes complacencias y no considerar como propio ningún lugar sensible. 

Se dará sin reparos al destino y al olvido como ser entero que no conoce el mal, y cumplirá con la muerte su misión. Nada teme de lo abierto pues allí no hay mal, teme lo cerrado y la falta de atención por lo eterno, en donde inmortal subsiste la frágil belleza.