Los muertos me hablan con su idioma de luna, mar y ángel. Sus argumentos son siempre imágenes poéticas y sus discursos bellezas naturales. Los muertos no interpretan y por ello, aunque les escuche, no les acabo de comprender. Considero sus mensajes como textos irracionales y me veo como un loco cuando les presto demasiada atención. Incluso oigo sus llamadas en los truenos y en el estruendo del bravo mar. En algunas ocasiones también me veo capaz de seguirlos hacia ese mundo de eternidad universal habitado por sus espíritus tan puros. Los versos que oigo gritar a los muertos, me vuelven un buen loco que se cree capaz de hazañas imposibles mientras está atado a una vida sensible.
OYENDO GRITAR
hoy
la luna
grita con fuerza
irracionales versos
a mis habitantes del sueño
y veo cómo baña su locura
oigo cómo se vuelve viejo cobre
en las tormentas de la noche
la palabra sin tierra
de los ángeles
que dice
ven
Un buen poema, porque todos seremos llamados a una eternidad etérea.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias. Un fuerte abrazo.
EliminarHay que procurar que no insistan mucho en ese llamado, deben esperar.
ResponderEliminarSaludo afectuoso.
Ya lo dijo la santa "muero porque no..."
EliminarUn saludo.