Anfitrión tiene un buen restaurante
en la finca de Academo llamado La Academia.
La jefa de sala, Anti-gona, hija del terrateniente
ama en secreto al amo del restaurante.
Los filósofos son clientes habituales
y hoy hay dos comensales especiales
dos ricachones que van tras la bella.
Academo no acaba de decidirse
si Mecenas (el que paga las mejores cenas)
o Craso (atesoro mi tesoro y todo hago oro).
Pero Anti-gona que lo tiene super-claro
prepara vino con cicuta para ambos.
Anfitrión confundido por los celos
sirve un lenguado a Platón, que exclama:
"Yo jamás tomo algo tan pegado al suelo
que lo mío es lo ideal y no esta suela"
y lo que es peor, a Aristóteles trae tortilla española
que es devuelta a la cocina con la siguiente nota:
"La patata es una idea y así será por dos mil años,
ergo este plato, es plato para Platón".
Pero la mayor de las desgracias ocurre con Sócrates,
el anciano que tanta sed de saber y de vino tiene,
sin que nadie se diera cuenta acabó la botella
del vino con cicuta destinado a los ricachones.
Allí el sabio-poeta y pastor tomó la palabra
"Yo, Esquilo, el que mejor esquila sus ovejas, os digo
que por amor Anfitrión se volvió pésimo anfitrión".
Simpático cuento basado en la Academia de Atenas. Digo cuento, porque aunque está escrito en forma de versos, poema no es, pues poesía no tiene ninguna, es un relato socarrón escrito con sangrado de línea. Gracioso sí que está. Salu2
ResponderEliminarEstoy de acuerdo y me alegro que le resulte gracioso.
EliminarLe deseo mucha salud y mucha paz para el próximo año