BAJAR LA ESCALERA NO ES DES-ESCALAR ES DESCENDER.
Subir la escalera desde la libertad de la calle
no ha sido escalar una montaña, sino
ascender hacia el recuerdo diario de la muerte,
terrible idea que habíamos logrado obviar.
Todos vueltos mortales sin el cuando ni el como
y asesinos con probables besos de Judas.
Una vez instalados en el piso del miedo a vivir,
en el pánico al beso y al abrazo,
bajar la escalera no será des-escalar.
Va a ser el descenso a un infierno dantesco:
el de las distancias que traen odio,
el del paternal control del Estado,
el del proscrito abrazo fraternal,
el que separa a padres de hijos.
En nuevas calles el aplauso mata el consuelo,
la protección censura la fraternidad.
Desde el principio me hice yo la pregunta del porqué usar el "desescalar" en lugar de "descender".
ResponderEliminarHoy me voy tranquila a la cama porque el poeta también se hace la misma pregunta.