Una
tarde de febrero
dos
miradas se cruzaron.
Un
equívoco en tres actos
cuatro
saludos cruzados
sin
palabras se dijeron:
Bendita
sea esta ocasión
que
me roba el pensamiento,
constante
sea tu amor
que
me devuelve el aliento.
Una
mañana de febrero
cuatro
labios se añoraron.
Si todos los entuertos acabaran así,verdad?
ResponderEliminarTengo escrito algo sobre cuatro labios,a ver si lo termino que sale de ahí...
Besos.
Sí, que lo normal es que todo acabe más liado que empezó.
EliminarBesos.