Invierno
en el Ribalta.
Todo
absoluto ignora el tiempo
como
toda forma lo es en él.
Saben
de una extraña manera
estos
árboles deshojados
el
instante preciso primaveral.
Conoce
mi alma de igual forma
el
momento exacto de renacer.
El
mundo al que llega la hoja
tendrá
un clima nuevo cambiado
y
el mal viento de lo no natural.
La
forma en la que reviva mi alma
será
la furia de la revolución.
Todo
amor supera al gusano
como
todo cuerpo muta en él.
Sólo he estado en el Ribalta en verano,imagino que ahora desprende e inspira todo lo que has versado.
ResponderEliminarNunca he ansiado tanto una primavera como este año,ya explicaré porqué,es algo largo.
Así que estoy pendiente de cada pequeño brote de los árboles.
Los dos versos finales estremecen,por ciertos.
Gran poema.
Besos de fon de semana.
De "fon" no!
EliminarDe fin de semana!
; )
De un fan tuyo, también besos.
EliminarExcelente poema, que alcanza su extensión emotiva en los versos de cierre. Un placer acercarme a tu poesía. saludos desde Madrid.
ResponderEliminar¡Oh!, muchísimas gracias. Me has dado una gran alegría, José Luis, con semejante comentario.
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