Regresar a los orígenes,
al pequeño pueblo que te vio nacer
y que solemne abandonaste un día.
Volver al caer la tarde
y que la mala iluminación no deje
distinguir con precisión los contornos.
Comenzar la vida abandonada de noche
como aperitivo de la resplandeciente mañana
a la que tantas veces soñaste retornar.
Revolver las sábanas en sueños
nadando mares de recuerdos y riéndole
las gracias a los fantasmas olvidados.
Despertar a la mañana de la vejez ignorando
el nombre del viento que mueve la oxidada veleta
y de la ausencia que imperceptiblemente
menea el balancín del porche.
Y ser otro y haber muerto.
El final es muy trágico, pero vo lver alos orígenes nos renueva el alma,
ResponderEliminarPrecioso poema. Un abrazo
Un abrazo muy agradecido, te mando.
Eliminar