A LA MUERTE DEL POETA
Al leer tu poema más simbólico
(muerto escritor ya en ángel convertido)
tus metáforas brillan con sentido
nuevo, con propia luz y toque angélico.
Después, en un estado más abúlico
(a mi, mal poeta sin gracia ni oficio)
tu recuerdo envenena el artificio
de un verso con dolor muy melancólico.
Me sangran las palabras por tu muerte,
mis símiles se vuelven más oscuras
¿por qué genio corriste negra suerte?
Pero con alegría en horas duras
un jolgorio me nace por leerte,
viendo como en un ser de luz, perduras.
Yo la he sentido mucho.
ResponderEliminarHay destinos griss marengo. Pero en vida pudo ofrecernos su talento poético.
ResponderEliminarUn abrazo.