Mi abuela me sermoneaba así: «Vivir es soñar un cuento coherente. La Vida es un tiempo interpretado. El efecto busca constante su causa. El Pecado crea el tiempo del poder y el Paraíso imagina un tiempo inmóvil». Pero la poesía me enseñó esto otro: «Morir es acabar con el espejo. La Muerte es la duración cierta de sentir solo la Nada atemporal. En eso empleas mucho tiempo, pero el sol también se apagará».
El efecto busca la causa
y esto toma su tiempo,
pero el sol se apagará.
Vivir es como soñar,
y ¡es tan incoherente
el tiempo soñado!
Vida, tiempo interpretado.
Pecado, razón de poder,
y El Paraíso, eternidad.
Morir es acabar con algo,
y ¡es tan atemporal
el tiempo de la Nada!
No creo que morir sea acabar en el espejo. Tal vez lo de vivir fuera más simple sin listones que elevamos continuamente. Pero entonces sería menos vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy interesante resultaría acabar en el espejo como imagen del recuerdo. Pero en el poema dice acabar con el espejo, en el sentido de hacerlo añicos.
EliminarUn abrazo.
Buscamos una forma de mirarnos, para escapar de una imagen que nos agota. Es muy bueno leerte.
ResponderEliminarBien leído. Gracias.
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