Teníamos que haber ido al teatro la noche del segundo día de Navidad. Pero aquella tarde todo fue un caos, así que un poco amargados, tuvimos que pasar la velada en casa. Yo me dediqué a escribir lo que sigue:
Puede que en la caja de música
estuvieran las entradas del teatro
y una bailarina en miniatura
en la roja caja de zapatos.
Es lo que tiene no haber graduado,
con precisión, las gafas del destino.
La voluntad de la bailarina
debió ser dormir en un zapato
y la de la luna llena de diciembre
que no fuéramos al teatro.
Es lo que hace al presente
una comedia divertida de la vida.
Resuenan tus llantos –tiernos–
entre el discreto olor del suavizante
y suenan las estrepitosas tonadas
en el aparato regalado al vecino.
Es lo que hace al descanso
un deseado e inalcanzable paraíso.
La Navidad de los ignorados
debió ser un conjunto de evasiones
y la de los servicios de emergencias
una pesadilla ciudadana y plástica.
Es lo que hace al pastorcillo
un ser envidiado y mítico.
Puede que en la caja de música
suene un vals de gente bien
y unos gemelos de buen oro
tintineen en la caja de zapatos.
Es lo que tiene no haber graduado
con precisión, los grados de alcohol.
Hola Julio, independientemente de lo que ocurriera aquella tarde para impediros ir al teatro, el poema es una joya. Y desde luego, la última estrofa, no puede ser más certera. Besos amigo mio :D
ResponderEliminarBesos, amiga. Me alegra el día leerte.
EliminarNo iríais al teatro, pero te salió un bello poema , espero que la bailarina saliera de esa caja de zapatos. Un saludo.
ResponderEliminarTodo salió de la caja. Lo que no entró fue nada más que un zapato. El otro todavía lo voy buscando.
EliminarSaludos.
Al final todo se resume en un problema de graduación, sea de las gafas o del alcohol! Ja, ja! Muy simpático tu relato! Un abrazo Julio!
ResponderEliminarGracias. Muy amable tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Uhhh qué rabia les habrá dado! Suerte que pudiste descargar algo de ella en esos versos! Un abrazo
ResponderEliminarAsí es la vida, si uno se ha enfadar por lo caótico y desconcertante, pues andaría todo el rato de morros.
EliminarUn abrazo.
Me encanta! Tuvo un buen propósito no ir al teatro jajaja es lo que tienen los grados del alcohol. Si me hubiese pasado a mí, hubiese encontrado las entradas a la hora de finalizar el teatro.
ResponderEliminarSiempre andamos en búsqueda de algo. Pero nos despistamos tanto...
EliminarGracias por el comentario.
A veces la vida se nos da vuelta, desordenada y caótica, pero mientras el terminar en Emergencias no haya sido grave, aparecerá el zapato perdido y otra sección de Teatro a la que acudir ¿Verdad? Muy buena sublimación de tu frustración al desahogarte escribiendo. Muchas gracias por haberte sumado a mi convocatoria. Un fuerte abrazo, Julio.
ResponderEliminarUn abrazo.
EliminarCada experiencia, por caótica o por nimia que parezca, puede ser fuente de inspiración para el poeta. Y tú nos lo has demostrado.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por tu comentario.
EliminarLo de menos es haberse quedado sin ir al teatro, lo importantes es que reciclaste la contrariedad en forma de un poema con el que nos has hecho disfrutar en este Jueves.
ResponderEliminarSí.
EliminarQue hermoso poema y que se creo por no poder asistir al teatro. Hermoso y certero un abrazo. Julio.
ResponderEliminarUn abrazo muy agradecido para ti.
EliminarFue inspirador ese contratiempo y tal vez haya sido catártico el poema, inspirado por las musas.
ResponderEliminarSaludos.
Catarsis ¡Qué palabra! Merece un poema ella sola. Demiurgo también.
EliminarMuchísimas gracias por comentar.
Saludos afables.