En
esta
oficina triangular,
el jefe ocupa el vértice del abeto.
Mientras tanto, ella y yo, subalternos,
chapoteamos en el barro.
En el desayuno,
el jefe (piña sin piñones)
la mira y calcula preciso
el peso y las ecuaciones
de las curvas de pecho y nalga
generatrices de aquel lado del triángulo.
Yo, mientras almuerzo con ella,
exclusivamente le miro a los ojos.
Leo en su mirada un vacío que succiona
cualquier emoción, cualquier palabra.
La incógnita para mí sigue siendo
conocer la muerta pasión
que creó tan gran hueco en ella.
Así, este lado del triángulo
resulta ser más incógnita que certeza.
Ella se comporta como un anuncio
de lencería, de salvaje sexo.
Yo la veo como un árbol seco de raíz
a causa de un radical desengaño.
Resumiendo el teorema.
Lo que ella en verdad sea como persona,
la geometría
no lo puede
determinar.
jaja veo que te has unido al club de los que dibujamos con las palabras, esta historia triangular tuya perfectamente dibujada, desliza la ida, no sé si oculta, pero sí habitual del triángulo que casi siempre hay entre el jefe su secretaria y ... tatatachán ; )
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias por tu siempre amable comentario. Es un divertimento para poner de relieve lo que casi siempre ocultan las apariencias de la realidad de las personas.
EliminarOtro abrazo!!!
El erotismo de la geometría :-)
ResponderEliminarMuy ingenioso comentario, geometrerótico.
EliminarAmigo mío, me fascinan tus poemas. En este caso, me quedo con esos ojos vacíos y la importancia de saber ver en ellos, esté en el lado del triángulo que esté. Besos :D
ResponderEliminar¡Qué bien, Margarita! Coincido contigo en la importancia de ver el interior y no la superficie de las personas.
EliminarBesos.
Siempre he pensado que las matemáticas están en todo. Todo son números, medidas y cálculos…Analizando la geometría de este triángulo que defino como: escaleno porque no tiene dos ángulos iguales , es decir, personas similares, es decir, vemos un: jefe descarado, una secretaria atractiva, pero vacía y un subalterno observador. ¿En qué terminará este conflicto matemático? Solo la vida sabe.
ResponderEliminarAbrazos Julio
La respuesta está en el viento.
EliminarAbrazos Tatiana
La sugerencia apuesta con el espacio que es tiempo, dolor, belleza, vacío... tristeza. Un buen poema, Julio.
ResponderEliminarLo veo más como divertimento descriptivo, que otra cosa. Pero gracias.
EliminarQué buena tu participación con esta oficina triangular, que me imagino que son la mayoría de las oficinas , por no decir que las historias que ocurren en ellas también.
ResponderEliminarMe alegra mucho, mucho tu participación en los jueves y te la agradezco.
Gracias a ti por el comentario. Mucho ánimo y más té.
EliminarUn abrazo, Tracy.
A la geometría le faltan datos que siempre quedan escondidos detrás de las apariencias.
ResponderEliminarMe ha encantado! 👏👏👏👏
El ojo dentro del triángulo sabe de esencias y no de apariencias. (Perdón, me dejé llevar) Me encanta a mí tu comentario.
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