Uno de mis abuelos, el más artista,
fue acólito de ideología comunista.
El otro, trabajador de la construcción,
fue muy de derechas, por convicción.
Las abuelas, coser, rezar y cocina.
A mi mujer y a mí
formados en el espíritu nacional
la política nos dio siempre igual.
Ella ha podido desarrollar su vocación
y yo escribo poemas en la jubilación.
Los amigos, salir, viajar y de fiesta.
A mi nuera, hijo y nieto, los más queridos,
les espera una distopía en todos los sentidos.
Han de vivir su presente con pocas emisiones
pues en el futuro se anuncian perturbaciones.
Los jóvenes, móvil, series y red social.
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