Juana visita una cripta con renombre mundial debido a las pinturas románicas de sus paredes. Todos los otros visitantes asombrados exclaman ante la belleza de los frescos y su excelente estado de conservación. A Juana no se le va de la cabeza una idea. Qué difícil debió ser la vida hace mil años. Y sin embargo como especie los humanos todo lo superamos. Incluso a los jinetes de la Apocalipsis que en tiempos de los pintores de estos muros dominaban todas las horas salvo las del sueño de quien tenía la suerte de estar a refugio en la noche. No obstante las personas seguían con sus ritos religiosos y con sus fiestas paganas. A ratos rezaban y en otros momentos comían, bebían, bailaban y hacían el amor, por placer o por procrear. Tenían una fe irracional que fue la salvación de generaciones enteras.
Las ratas de mi pueblo siguen
no al flautista sino al tambor.
No bailan por tanto, marcan el paso
sin necesidad de poemas para cantar.
Tanto ritmo y tan poca melodía.
Fuman y tampoco cantan las mujeres
mientras leen poemas sin sangre
recorridos por fetos de los abortos
mucho más soñados que vivos.
Tanto beso y tan poco latido.
Ante tanto desconcierto contagioso
afronto el blanco casi sin pulso
mareado por el vértigo al futuro
y dolido por los antiguos fracasos.
Tan rico y una poesía tan pobre.
No es nada fácil beber mal vino en León. También es muy difícil robarle el corazón a sus habitantes, pues nada hay en estas tierras más cuidado que el sentimiento de pertenencia a las mismas. Ese tesoro se guarda en un inmenso cofre que los guías turísticos llaman catedral, desde cuyo interior el trueno no se oye, tapado por el repiqueteo del agua en las vidrieras.
Capítulo dedicado a León en mi libro EL ÁNGEL
ResponderEliminarEn pdf AQUÍ:
https://drive.google.com/file/d/1d4Eo6a3znUW0gg9PN0RQrLxq_NruzFmq/view?usp=sharing
Me ha encantado esta entrada , te ha quedado "reonda".
ResponderEliminarTe felicito.
Te lo agradezco. Otro día te dedico el capítulo dedicado a "Corduba"
EliminarMe quedo pensando ...
ResponderEliminarLa racionalidad y los sueños, parecieran polos opuestos, y sin embargo tan necesarios ambos.
Un abrazo.
En la razón nuestro cerebro trabaja por dar coherencia al mundo, en los sueños descansa,y como dijo Goya, produce monstruos. Es cierto lo que dices, trabajar y descansar son necesarios.
EliminarUn abrazo.