Para una Amapola
de pálido azul
Escribo con empeño de profeta
y critico los fallos de los reyes.
Si desprecio medalla en el atleta
permitidme cantar según mis leyes,
para rezar con gusto mi fe quieta
por campos donde arando van mis bueyes.
Mi presente resulta, de la suma
de futuro y recuerdo en armonía.
El miedo y la nostalgia son la bruma
que hoy daña mi visión con empatía,
su cóctel puede ser ligera pluma
o acidez y disgustos cada día.
Acosa la ola un rojo acantilado,
el fuerte manantial en la tormenta
arrastra ramas y hojas al vallado.
Huele la tierra fértil como a menta.
La nube tiene sexo con el prado
y un arco iris al mar gris apacienta.
Mi sangre sin codicia baña el mar,
sus lágrimas doradas traen dolor,
mis labios quieren siempre su besar.
Mi corazón como único señor
y poder su deseo conquistar,
con victoria, en la guerra por amor.
Pues se hizo tesoro y ley de plata.
Que solo verla dio rojo latido
y soy perro sin amo al que amor ata.
Permitidme llorar lo fallecido,
para expresar su ausencia que me mata
con versos de mi seso sin sentido.
Soy una hormiga más en la corriente
de los tristes momentos sin futuro,
que ante el grito del mal lucha inconsciente.
Poner a la tragedia paz procuro,
para sembrar amor en la simiente
como un fraterno antídoto a lo obscuro.
Lo dijo el americano más inglés
ResponderEliminarque abril es el más cruel mes.
Me gustó mucho tu poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Abril es así.
ResponderEliminarEsa simiente debería funcionar.
Gran poema.
Un beso.
Felicidades por el poema que le has hecho a nuestra Amapola y a ella por merecerlo, por supuesto.
ResponderEliminarque lindo eso de sembrar amor y que siempre sea el antídoto frente a los males del mundo. Hermoso homenaje. Un abrazo
ResponderEliminarPoemazo, Julio.Para soñar...
ResponderEliminarGran abrazo.
Muchísimas gracias por vuestros comentarios, sois geniales, al menos de forma virtual.
ResponderEliminarCuánto entraña este poema u n sentir que es el sentir de todos frente a la guadaña cruel, que se ensaña sin piedad, y todos queremos conjugarla. Fondo y forma en una rima, que hace vibrar los versos. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarGracias por tan generoso comentario.
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