El cine me distrae de lo que más me atrae.
La pantalla cuando estalla me absorbe,
con la identidad del héroe me identifico
y la película si me conmueve me mueve.
La poesía alimenta y regenera a mi ángel.
El verso cuando canta me encanta,
con la espiritualidad del sujeto vuelo
y el poema si toca cielo es mi consuelo.
El deseo bulle y al rato se escabulle.
El apetito consciente nubla mi mente,
uso el vino contra el frío de la soledad
y el sexo urge cuando su imagen surge.
Muy conseguida, me has hecho sonreír, ¡qué bueno1
ResponderEliminarGracias. Feliz semana.
EliminarCine, poesía y deseo son necesarios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tú sí que sabes.
EliminarGracias, Amapola.
Y digo yo ¿Filomena, dónde están los bienes de este año de nieves?
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