Mi amigo no para de contar cosas raras. No sé que se toma pero alucina por un tubo. Hay que ver el cuelgue tan extraño que tiene el tío. Yo es que ni sé por qué le escucho. Va y me dice el colega que su vida es un acercarse en continuo a un agujero negro. Como me ve sorprendido me aclara que es algo de las estrellas y no tiene que ver con el trasero. Que le falta poco para ser absorbido, añade. Y toda la culpa de ello la tiene su familia. Se ha dado cuenta, dice, al leer el poema de Philip Larkin
ASÍ DICE
Marcado por ellos, por papá y mamá
Sin quererlo pero sí que lo hicieron
Te llenaron con sus propios defectos
Y añadieron otros como extra de más
Ellos a su vez iban siendo marcados
Por locos con rancios trajes y corbatas
Que pasaban un rato medio cogorzas
Y el resto del tiempo pisando callos
Las personas transfieren sus miserias
Como un agujero negro que nos chupa
Procura escapar tan pronto como puedas
Y no tengas hijos por lo que más quieras
Realmente va a ser difícil echarle un cable a mi amigo. Más aún si sigue con esas lecturas. Puede que ahora entendáis mejor mi poema
LA DIMENSIÓN DEL VACÍO
La dimensión del vacío
y el tamaño del precipicio
percibidos como algo físico
como experiencia sensorial
La dimensión del vacío
entre lo que desea ser
y como se comporta a diario
El precipicio entre un abrazo
y un hachazo vengativo
El acto tuvo lugar Eso es cierto
Y generó un monstruo culpable
que disfruta de por vida
revolcándose en el horror
Árbol que no deja atrás nunca
las raíces de la rabia generada
Que se castiga por sus frutos
alimento del agujero negro de la ira
Culpable de reverdecer en primavera
Árbol que piensa escribir
(con torcidos renglones)
poemas con memoria
que den unidad a las partes
de la historia que cuenta
Cosas nuevas que ayuden
al deprimido y al solitario
Versos del interior del perro
que en verdad olisquea y mea
la corteza arrugada del pino
Palabras que sanen la soledad
de los individuos sin bosque
al sol de lo que no debió pasar
Pues yo creo que tu amigo tiene razon. De ese agujero negro no vamos a librarnos, antes o despues...
ResponderEliminarDe él venimos y a él vamos. Pero mientras tanto que bien nos lo pasamos. A veces.
EliminarNo tiene razón quién no vea el agujero interior que todos llevamos a cuestas y del que nos cuesta mucho trabajo salir cuando caemos en él.
ResponderEliminarTu amigo es un ¡a persona lúcida.
Es amigo literario. Tiene razones del corazón. A gusto del que escribe. Que vaya usted a saber quién es.
EliminarGracias Tracy.
¡Viva la primavera, manque llueva!