viernes, 13 de octubre de 2023

PODER Y ARTE

 


Las personas bellas y delgadas odian el amor, pues odian sobre todo la sumisión y por amor se ven sometidas, como los demás. Las obesas no odian, solo a sus cuerpos.

Hace cien años las vanguardias creían poder liberar el inconsciente y así cuando menos ser libres en la intimidad. Hace cincuenta, creían poder romper las gruesas cadenas sobre las libertades públicas. Hoy el poder sigue riéndose de un arte incapaz de liberarse de las sutiles ataduras, públicas y privadas, mientras dice "siempre tan ingenuos los artistas".

Las personas ricas y con clase odian la incertidumbre, pues odian ser conducidas y por el destino se ven llevadas, como los demás, Las pobres no odian, solo a su mala suerte.

Hace cien años las vanguardias creían en la igualdad y fraternidad sociales, pero solo para los hombres. Hace cincuenta se creía poder elevar a las mujeres a socias en el paraíso. Hoy el poder sigue disfrutando de los dividendos de las luchas de clases y de los réditos de las de género, mientras presume de "la fraternidad, para mañana".

4 comentarios:

  1. Y eso lo vemos quienes peinamos canas. Hoy dia hay que hilar muy fino con lo que una opina, porque si por mi género se me ocurre discrepar en algo... Tanta lucha de generaciones anteriores, para llegar a un punto en que "igual da" mucha, pero igualdad no. Yo soy de las que bailaba lentos en fiestas que se hacian en los garajes y cuando se apagaba la luz habia manos sin firmar un contrato primero y besos robados también, pero delitos ninguno.
    En fin...

    Buenas noches, Julio

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  2. Has escrito un texto con mucha enjundia.
    "La fraternidad para mañana", pero mañana , ya es hoy.

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