sábado, 28 de octubre de 2023

NADEMOS SUTIL ONDA SIENDO VIENTO

 


Surquemos la sutil, fantasmal onda,
interno motor del cultural viento,
diciendo a quienes dicen «somos barro»
que somos creación de un genial Ángel,
motivo del rugir de nuestra sangre
y razón del brotar de humana pena.

El manantial de nuestra negra pena
toma el agua de un mal de social onda
encrespada en los mares de la sangre
por el impulso de un celoso viento.
Somos capaces de matar al Ángel
y permanecer en el sucio barro.

Al barro damos eso que es del barro
mitad risas, mitad dolor y pena,
y al espíritu aquello que es del Ángel,
mezcla de verdad con virtual onda.
Las posesiones son velas al viento
mejor tener:amor, pasión y sangre.

Borrachos de codicia por más sangre
los enredados luchan en el barro,
sus ansias, limaduras en el viento,
arena cuyo roce nos trae pena.
Ningún arte recorre fugaz onda
la desprecia sin dudar, por el Ángel.

Duendes y musas son también un Ángel
y comparten la esencia de su sangre, 
vibración con metáfora por onda
y símbolo que da grandeza al barro.
Con Él jamás habrá que tener pena
que al dolor cambia por dichoso viento.

Sintamos del morir el dulce viento
nos lo envía con sus alas un Ángel
refresco que sosiega cualquier pena
y faro que ilumina oscura sangre.
Olvidados los ídolos de barro
lo abierto vibrará con ágil onda.

Nademos sutil onda siendo viento
no nos aprese el barro sin ser Ángel
ni pare nuestra sangre negra pena.

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