En los títulos de las partituras del barroco solía aparecer la inscripción latina A.M.D.G. (a la mayor gloria de Dios). Hay un momento de la historia en el que los músicos deben preparar obras para el disfrute y diversión de la Corte. Obras en las que pase algo entretenido a ser posible. Los que escribimos, sabemos que sin verbos no hay acción, no pasa nada.¿Cómo hacer música para la acción y no la adoración? Pues con música verbal. Mezclando ritmos en un mismo movimiento, tal y como se suceden las acciones en la vida, a veces rápidas, a veces a cámara lenta. Dando voz al destino, al azar y a la voluntad de los héroes y villanos. Comenzó entonces el arte de representar, no de decir como es, la vida misma.
Hermosa es la música, asi como la literatura, las artes escritas, las cantadas, las bailadas.
ResponderEliminarLa ópera me encanta y la vida es una ópera, a veces alegre y muchas dramática, saludos.
PATRICIA F.
Saludos, Patricia. Disfrutemos de las óperas de cada vida.
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