¡Cómo avisas de tu llegada! primavera
el altavoz de los brotes verdes
la mirada de las mujeres jóvenes
y la de las ancianas recordando.
¡Cuánto duelen tus heridas! invierno
el canturreo de los demonios negros
la lejanía del abrazo amigo
y la de las palabras compasivas.
¡Sueño que llega tu calor! verano
el baño deseado en el mar de la vida
la noche sin fríos ni cárceles
y la playa de luna de sangre iluminada.
Es bonito tu poema.
ResponderEliminarBesos.
Esperemos que traiga ésta primavera cosas buenas.
Un abrazo.
De todo habrá como en tu poema.
EliminarBesos.
Qué buen cierre: "y la playa de luna de sangre iluminada", bizarra metáfora. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarMuy amable. Gracias.
EliminarLo has dibujado con tu poema de una manera preciosa, Julio.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias. Tu comentario fue una primavera adelantada.
EliminarUn beso.
Vaya, Julio. No te perdono que dejes sin versos a mi estación favorita.
ResponderEliminarPues te dejo sin beso, hala.
La luz de la edad otoñal es tan maravillosa que su verso no tiene más que una palabra, asombro.
EliminarPues así estoy.
ResponderEliminarLa última estrofa podría haberla escrito yo (bueno,no exactamente haberla escrito) me identifico.
No falta mucho, espero.
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