Debo elegir entre la soberbia y la ordinariez
como fluidos en los que ahogar mis dolores
y así morir, u odiado o bien bajo el desprecio.
Me es obligado el uso del verso o del insulto
como dagas con las que atravesar los odres
y así inundar de bilis mi ruinosa habitación.
¿Qué hace un poeta prosélito del amor
nadando estos océanos de putrefacta ira
si apenas sabe bracear como un felino?
¿Dónde encontrar las palabras salvavidas
que no fueran usadas en viejos naufragios
por genios que visitaron hasta el infierno?
¡Qué espectáculo! Prefiero callar a elegir.
...Pues, siempre el verso frente al insulto, poeta. Además tiene mas posibikidades, creo.
ResponderEliminarPor el amor.
Sí, yo también de la religión del amor.
EliminarEres muy expresivo, verso a verso, y silencio a silencio ,
ResponderEliminarlleno de intensidad.
Un abrazo.
Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Eso te honra.
ResponderEliminarEs tan difícil. Siempre hay tan poca voluntad para tan alta tentación.
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