–Mateo, como al virus le gusta el tobogán
cerraron los columpios.
–Pero le va poco la cerveza ¿verdad, Carlos?
porque abrieron las terrazas.
–Pues no niños, no es eso
lo que mantiene cerrado el parque y abierto el bar
¡es el dinero, idiotas!
–Mateo ¿el virus va de escaparates?
–No, Carlos, es que no entiende internet
y allí la compra es segura.
–Pues no chavales,
no por eso crece el e-comercio
y cierra la tienda del barrio
¡son los impuestos, tontos!
–Mateo, creo que al virus le mola el teatro.
–Y no mira la tele ¿verdad, Carlos?
–Qué no. No es eso lo que mantiene
cerrados cines y espectáculos
¡es el poder, cabestros!
–Mateo, el virus debe ir al fútbol.
–No, Carlos, es que no le va el juego.
–Pues no es por eso que se apuesta online
y no hay gente en los estadios
¡es el blanqueo, ingenuos!
El virus no se ve en Miami pero está liquidando vamos por el millón mientras la gente sigue viajando y nos vamos mueriendo brindemos por el amor
ResponderEliminarPronto todos vacunados
Eliminary a esperar la siguiente.
Brindando por el amor
hasta la misma muerte.
Jajajaja un poema con mucho intringulis y mucho sarcasmo. Entre bromas y veras dices verdades como puños.
ResponderEliminarResuenen con alegría las risas del comentario y viva...
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