Con mascarilla los cristales se empañan
a mi mente las noticias traen la misma acción.
Primero anunciaron la pastilla milagrosa
que permitía resolver los líos de la erección.
Navidad del allegado, distancia y preocupación.
Luego con el virus la distancia social
que amenaza en calentamiento y explosión.
Pero llega la vacuna y hasta el verano,
¡todos quietos! normalizada la relación.
Navidad del aislado morriña y desilusión.
Esperemos que a Pfizer o a Moderna
se les abra el camino de la investigación
y saquen el comprimido que erradique
la salvaje, falaz y mediática manipulación.
Navidad del vacunado, truco, susto o infección.
Jajajaja, ¡qué bueno!
ResponderEliminarUn poco de broma siempre viene bien.
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