Es un palmeral de única palmera
y por todo lo demás blanca arena
con una única sombra, de la pena
gris ceniza llena, en desierta espera.
Llega la maga con cara de cera
en negras ropas bajo el duro sol,
callada cual ofidio tornasol
no se sabe si de verdad respira.
Palmera que tiembla, la ve cercana,
estremecida sin brisa ni viento,
truco para ver el cielo mañana.
Sabia palmera con conocimiento,
cara a cara el duro final espera
y elegante cumplirá al vencimiento.
Una palmera desafiante a cualquier destino.
ResponderEliminarHermoso.
Besos.
Ay, el destino, las tormentas que nos llevan como barquitos de papel y la voluntad de ser dignos como la palmera.
EliminarMil besos.
El soneto de la palmera elegante.
ResponderEliminarConmueve.