IMAGINAD QUE EL ABISMO CLARO
EXTIENDA FURIOSO
CON UNA PENDIENTE MÍNIMA DE ALA,
LA SUYA. ANTES BIEN DOBLADA
POR ENVIDIA DE NO PODER VOLAR.
QUE TAPA LAS FUENTES
Y CORTA AL CERO LAS CASCADAS.
Resopla y suena el viento
arrecia
en gran estruendo.
Él va a tirar los dados.
Poco a poco se apaga el ruido
creando un silencio hueco
que asusta al músico con su física amplitud.
Ruidos y chasquidos de huesos
al desplegarse una fantástica ala
y sus sombras del abismal destino.
LEVANTANDO DESDE LO MÁS PROFUNDO
LA SUMERGIDA SOMBRA
POR ESTA ALTERNATIVA VELA NUEVA,
ADAPTADA A LA ENVERGADURA
EN SU INFELIZ PROFUNDIDAD COMO CUERPO,
DE UN RASCACIELOS INCLINÁNDOSE
HACIA UNA U OTRA CARA.
Negra sombra ladrona
de la feliz luz de la libertad
presencia humana temerosa
ante tan gran despliegue.
Signo de la derrota
frente a invencibles enemigos.
Me ha traído a la memoria a Bruno Ganz en El cielo sobre Berlín...
ResponderEliminarUna asociación original.
EliminarBesos.