martes, 8 de octubre de 2019

EL TEOREMA HUMANO




En esta oficina triangular
el jefe ocupa el vértice del pino.
Ella y yo chapoteamos en el barro.

En el desayuno, el jefe (piña sin piñones)
la mira y calcula preciso
el peso y las ecuaciones
de las curvas de pecho y nalga
generatrices de aquel lado del triángulo.

Almuerzo solo con ella.
Exclusivamente le miro a los ojos.
Leo en su mirada un vacío que succiona
cualquier emoción, cualquier palabra.
La incógnita para mí sigue siendo
conocer la muerta pasión que lo ha creado.
Este lado es más incógnita que certeza.

Ella se comporta como un anuncio
de lencería, de salvaje sexo.
Yo la veo como un árbol seco de raíz
a causa de un radical desengaño.
Resumiendo el teorema.
Lo que en verdad sea como ser humano,
la geometría no lo puede determinar.

4 comentarios:

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