Historia de nunca acabar.
Juegan niño y perro entre la devastación
que el árbol siente, y el amante presiente.
Ignoran niño y perro, el desamparo, la desolación.
Morirá el perro un día y el niño se irá con él.
Interroga el joven de noche bajo las estrellas
al árbol y al amante.
Cesan un día todas las preguntas
De golpe, el joven, encuentra todas las respuestas
en dos ojos y en su mirar que él ingenuo cree sincero.
Luego dominan los miedos la escena
y traen a su vida una nueva devastación
entre la que juegan niño y perro...
Cuántos ojos mentirosos,verdad?
ResponderEliminarEsa foto me suena a peligro...
Sí,una historia circular.
Ya estás geométrico...
; )
Besos.
Verdad. Cuantos pecamos de ingenuos.
ResponderEliminarBesos.
Sí.
ResponderEliminarmejor ser ingenuo
ResponderEliminarse es mas feliz
aunque sea en la ignorancia
mejor no saber
y vivir
déjalo que mire al cielo
y el perro le guiñe un ojo
déjalo soñar
al cobijo de un buen árbol
ya se soy ingenua jajaja
besos d esos
Hay quien no escarmienta. Pero en ello le va la felicidad.
EliminarBesos
Una pena la llegada de ese día en el que se saben todas las respuestas.
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