Vemos solo pedazos de las cosas porque nunca su esencia desvelamos. Oímos las canciones más ruidosas y las sutiles rimas, despreciamos. Nuestro verso, gusano de las rosas, no sabe cultivar eso que amamos, ni dar poemas con gemas lustrosas. Nuestro verso, señor de los enanos.
Las verdades del Ángel son grandiosas, las intuimos y las olvidamos, con instinto y sin voz van misteriosas y nos llaman a ser nuevos humanos.
Lo auténtico del ser ir a buscar, y solo la peor copia lograr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Mensajes moderados, pronto publicados. Gracias.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.