Este camino, cada día más duro. Este sediento avanzar al borde de la esperanza. Mientras, el Coro de los esclavos electrónicos canta alabanzas al poder con gritos desde el miedo. Un caminante busca un poema. Un canto sencillo que no simple. Arte del sonido y del sentido desde donde poder elevarse. Busca el árbol musical del Orfeo de este siglo. Palabra, Arte, metamorfosis y vuelo por un mundo no físico, por un éter puramente espiritual.
Este camino a cada momento más estrecho. Se multiplican los obstáculos ponzoñosos, las inoculaciones de adictivas recompensas y los miedos para evitar desviaciones del personal desde las autopistas de la esclavitud. Mientras, el Coro lanza ahora cantos de agradecimiento por recibir permiso para habitar el delirio. El caminante, humano dominador de la técnica de la palabra, publica cantos simples para la común ciudadanía. Al mismo tiempo guarda para sí los sueños trascendentes. Puede que jamás vean la luz, ni como auto-publicación. La censura es implacable y no conoce clemencia ni misericordia. En el camino hacia la ocultación. En el camino a la soledad y en la compañía solo de ángeles idealizados, el caminante abraza con hipócrita sonrisa al Coro de esclavos, y canta desde el pozo del exilio, una sencilla, que no simple, creación.
A veces los caminos se vuelven tortuosos, cuesta arriba, repletos de piedras y peligros. Caminar despacio, siendo consciente, caminar con la sensación de que más adelante, se allanará. Besos :D
ResponderEliminarNo sé. A menudo parece que vamos cuesta abajo y sin frenos.
EliminarBesos.