(el caminante...)
siempre encuentra música
en el interior de una catedral
Incluso en el mayor silencio
la luz de las vidrieras canta melodías eternas
acompañadas por los solos
de las miradas de mil imágenes
Ese espacio aspira a una paz imposible
es lugar de sacrificios y exaltación de la muerte
(el caminante...)
encuentra la calma lejos de allí
en un glorioso recorrido del viento
entre los bosques de toda estación
Movimiento puro sin ataduras
poema natural trascendiendo la muerte
No puedo estar más de acuerdo en lo que expresas en este poema. Todo nos habla desde el silencio si sabemos escuchar, si podemos conectar con el instante que estamos viviendo,que es nuestro verdadero poder.
ResponderEliminarVengo a darte las gracias por el comentario que dejaste en mi blog.
No puedo añadir (no sé por causa de qué) añadir nuevos blogs así que es por eso que recién hoy me paso por aquí.
No he podido encontrar el motivo y no me han dado respuesta, a pesar de haber hecho de todo..
Un abrazo!
Muchísimas gracias por tu comentario.
EliminarUn fuerte abrazo.
Si, es verdad. Las iglesias cargan con el contrasentido de intentar entregar paz en un lugar donde se exalta la muerte.
ResponderEliminarLa verdadera paz se encuentra en la naturaleza donde se encuentra el verdadero sentido de la vida/muerte.
Abrazos Julio
En una Naturaleza simbólica, a mi entender.
EliminarAbrazos, Tatiana.
Las verderas catedrales son los bosques de árboles inmensos,
ResponderEliminarlas vidrieras policromadas son sus ramas que hacen de tamiz verde en movimiento entre las que se desliza la luz del sol.
La música del órgano, la interpreta el viento entre sus hojas,
en polifonía melódica con los trinos de los pájaros y el susurro
de todos los animales que oran en comunión con Dios ; )
Una abrazo fuerte y feliz finde!
PD
Disculpa mi interpretación personal de tu precioso poema.
No sé, no creo que pueda disculparte. (Irónico).
EliminarMe parece perfecto tu comentario. Aunque mi interpretación vaya más por lo órfico.
Un fuerte abrazo para ti también.