El poeta será mi salvador,
muerta de miedo dijo la palabra.
Que no soporto más esta negror,
el poeta será quien la luz abra.
En la noche caída por amor,
huir del libro, mala maniobra,
pues no participar, es mi dolor
y en soledad, ni brillo, ni soy obra.
Del abandono yo te sacaré,
palabra, por amor te juntaré
con otras, en mis versos más dichosos
por lograr los efectos más graciosos
por puro amor a ti te usaré
en poemas y en juegos amorosos.
La palabra es compañera y gentil cómplice de tus versos. Una danza melodiosa que dibuja sugerentes devaneos…
ResponderEliminarUn placer leerte, Julio.
Abrazo.
Devaneos, qué belleza de palabra.
EliminarComo las tuyas por lo general.
Abrazo agradecido.