No ha de escribir verso alguno
el joven que aún no arruinó su gran amor
ni el que no añora la locura de la infancia.
Todas las músicas que les gustan
los cuadros y los ídolos que santifican
vicio son de espectáculo, flores llamativas
y necesidad del animal por procrear.
Pero el poema del apaleado por el Tiempo,
del que perdió familia, caridad y amor,
y ya no le encuentra gusto al juego,
está bañado por la sabiduría solar del Viento
y ese texto debería grabarse en las piedras.
Escribes escribo limpiamos el alma mientras lo hacemos Un abrazo grande desde el mar de Miami
ResponderEliminarLimpiar la herida escribiendo, para sanarla.
EliminarAbrazado quedo, abrazada seas.
gracias poeta por tu maravilloso comentario que puso luz en mi blog
ResponderEliminarGracias por tanta generosidad.
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