miércoles, 27 de marzo de 2019

LA NUEVA SENSIBILIDAD



Inquieto busco leer el título del libro.
Pero ella con involuntarios gestos
oculta la fuente de sus carcajadas.

El dolor y la muerte
presos en el saco verde.

Recuerdo el tesoro del mirar de niño.
Si uso ese ojo, crece la hierba interna.
Si no lo hago, todo en mí se seca y arde.

Llantos y risas sopesados
llevan el fiel al centro.

Soy marinero que no aprendió a nadar.
Las personas y sus palabras son mi mar.
Navego sin rumbo, soñando un puerto.

Beso, abrazo, palabra y gesto
fuente y pozo del desaliento.

Todos atados a la invisible rueda.
Uno tras otro chocan nuestros cuerpos
con la triste y dura roca de lo real.

Resucitamos. A la imaginada
y creativa, nueva sensibilidad.

6 comentarios:

  1. Pero lo real, aunque dura roca también puede ser bello.

    Besos.

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    Respuestas
    1. Excelente comentario. Muchas gracias.
      Yo creo que el poema busca encapsular lo atroz de la vida cotidiana en vidrios de belleza. Para hacerlo inocuo. Para servir de amparo y no de escondite.

      Besos.

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  2. Buen poema , gracias por compartirlo.

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  3. Esa nueva sensibilidad parece un cobijo.
    Me ha gustado.

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