El poderoso le preguntaba al político
¿Para qué necesitamos poetas si el objetivo
es crear esclavos cibernéticos?
Y añadía: eliminemos toda posibilidad
de recompensa e iluminación por la palabra
pero de forma sutil y velada
que parezca que ocurre por accidente.
Formas vaporosas de la ciencia
recorrían la música más natural
mientras el arte intentaba dar
ambiente artificial a la cueva.
El travestido padre de la música
madre del verbo, hermano de la ciencia
y esencia del arte, entonó la canción
con música machacona y letra banal
para que las gentes aplaudieran
y los seguidores gustaran virtualidades.
La raíz del verbo, espejo de la música
lógica del arte y musa de la ciencia
cantaba arias de roto corazón, llamando
a emanciparse de la gravedad del azar.
Mas la canción del olvido del deseo,
triunfó con su afilado verbo en potencia
usando la palabra embotellada e industrial
y nada pudo contra ella el arte de desvelar
en los bustos deformes, caras bellas.
Todo quedó cubierto del anhelo de poesía
ceniza de un anciano volcán apagado.
¡Viva la poesía social encriptada!
ResponderEliminarExtraordinario. Aplausos.
ResponderEliminarLo de la "forma sutil y velada
que parezca que ocurre por accidente." es una práctica habitual, ponerlo en un poema es un acto de lucidez. Luego el poema sigue con versos afilados.
Saludos
¡Bien visto!
EliminarQué bueno, Julio. Me ha encantado además como lo narras, a través de ese poema que se reivindica a sí mismo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Comentarios de este tipo son los que necesitamos.
EliminarUn abrazo.